en la tierra imperfecta
tejemos el ajuar de los niños futuros
para que ocupen su asiento entre nosotros
tejemos todo el año, de un frío a otro
el mundo es un ovillo
que no puede soltarse todavía
los nacidos bellamente
adornados
llevan un nombre español
que carece de importancia
el nombre es el límite del cuerpo
la manta de hilo blanco arropa al durmiente
los hijos no son enviados
con flores de ysypó trenzamos sus canastos
y ocultamos el nombre verdadero
para ahuyentar la muerte.
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