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foto: mn nautilus invisible mayo /2014 |
El primer trabajo
fue un benjuí de hilo fino
lo compró la maestra
con dos monedas brillantes
que le llevé a mi madre
como vio que el trabajo era bueno
mandó confeccionar el cura
quince pañuelitos de comunión
Así el ñandutí hizo vida conmigo
y el dios de los blancos me dio lugar en su
iglesia
Pero Kuñakarai la sabia
que era también mi abuela
no aprobaba esos encargos
así trajeran pan a la mesa
borda
las manos floridas del dios Ñamandú
para
que sea la lluvia
borda
la cabeza oscura del dios Ñamandú
para
que elijan asiento los niños
y se
despliegue la noche
Fui desolada al pueblo a aprender otro
oficio
pero no se me daban la tela y las tijeras
borda
las manos floridas del dios Ñamandú
decía la abuela en mi cabeza
por ciento doce días hilé la mantilla de la
Virgen
-digo días porque tejer de noche devoraba
los ojos-
oculto en el bordado reinaba Ñamandú, el
verdadero.
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