Las sanadoras por Leonardo Martínez


LAS SANADORAS

En la sombra ríen los triángulos( José María Eguren) y desde la sombra, un revólver de cabellos blancos nos convoca( André Breton) . 
Alrededor no hay nadie/. tan sólo reinas muertas clavadas en maderos(René Daumal) 

Y así, la imaginación que todo lo puede, lee el mundo. Y al leerlo lo modifica. Teje el universo y cava la tierra. Busca el cielo internándose en el infierno... 
A la materia le laten el horror y la belleza. De manera simultánea o alterna, le laten. 
Y la imaginación despliega en un lienzo infinito los colores del horror y de la belleza. También del sufrimiento y del dolor, asimismo del placer y del goce. 
Entonces aparece la poesía, lengua de fuego de la Musa. Habla idiomas desconocidos. Los vierte en cada uno de nosotros . Llameante, crepita y nos regenera. 
Los poetas son, o debernos ser, el vínculo con realidades presentidas. 
De ahí que la lectura de unos versos nos arrebate y a la vez nos desconcierte. 
Múltiples, variados, por no decir infinitos universos se vierten en el poemas que incorporamos en una lectura. No hay códigos a descifrar, puesto que la poesía funciona en un lugar distinto, un lugar otro, del que nos adueñamos sumergiéndonos en sus aguas. 
Leer un poema no es nada más ni nada menos que sumergirnos en las aguas tentadoras de ese lugar otro. Al leer un poema lo bailamos con los sentidos. Un poema nos hiere en los tímpanos, lo tocamos con la mirada. 

Y si habitamos un relámpago, allí está el corazón de lo eterno ( René Char). La poesía. 

Es arriesgado afirmar que la palabra modifica el universo. Pero nos arriesguemos, despojémonos de viejos preconceptos racionales. Seamos lo que realmente somos. Ciegos de nacimiento. Sintamos cómo retumba en el tiempo, la caída de una hoja. Sintamos el olor de las edades desvaneciéndose ante las oleadas del futuro, que no es tal futuro sino tiempo pasado, siempre pasado, revelándose. 
¿Evocaremos y convocaremos alguna vez la torrencial avidez sensorial reconociéndonos animales? 
Sólo entonces podremos ejercer el lenguaje, la palabra, con la fuerza suficiente para prever el porvenir, y devolver, por su mediación, la salud y la alegría perdidos. 
Tendríamos que revisar el término naturaleza, re-significar lo humano, lo animal, la tierra... 
( Nudos como estrellas de Roberto Forns Broggi) Dar la bienvenida a los extraños más extraños..... a lo que nuestra moral adquirida nos indica ignorar. 
Extraño, extranjero, raro, pero también asombroso, de un lugar distinto, diferente. 
Al plantarnos ante fenómenos desconocidos e inquietantes, y dirigirnos hacia sitios que supimos rehuir, esquivar, debido a enseñanzas que eludían el comercio con io desconocido, nos hallamos rozando el trasmundo. 
Es lo que se ha propuesto Marisa Negri, al llevarnos a través de sus poemas, por territorios prohibidos, de latidos espaciados y sordos, sofocantes y oscuros. 
Las sonadoras, título del libro que consideramos, remite de inmediato a un mundo nocturnal, absolutamente mujeril y cerrado. 
Con esto no quiero decir que lo que escribe Marisa sea poesía femenina( expresión peyorativa. 
"Femenino", palabra avara que señala cierta poesía delicada, producto de sensibilidades limitadas y enfermas). 
Ya que cuando anotamos un poema, cuando leemos en profundidad un poema, somos Tiresias pues nos despojamos de lo dual, emergiendo entonces, indiferenciados y chamánicos. 
Como el Apolo Pitio, el vencedor de la serpiente Pitón, la hija de Gea que reptaba por el barro inicial. Porque Apolo al vencer al monstruo incorpora su don de videncia, la esencia de la hembra , que le permite anular el tiempo y ver. Puesto que en todo asesinato ritual, el victimario se apropia de la sustancia de la víctima. Conmemoración de la hierofanía es el templo de Delfos, hogar de la serpiente y después, sitio desde el cual la pitonisa ejerce el oráculo. 
O como la "machi", que puede ser hombre o mujer y que es los dos al mismo tiempo, canal profético por el que Dios se manifiesta. Cito una experiencia mística de un chamán, Todo mi cuerpo es solamente ojos./ iMiradloliNo tengáis miedo!/iMiro desde todas partes ...(Mircea Eliade). 
Las mujeres que aparecen en los poemas de Las sanadoras, son seres nacidos en las mas estremecedoras profundidades, donde la mujer es varona y el hombre zángano nupcial. 
A veces miro televisión. Y dentro de los programas, selecciono a veces, Dr. House. Es una serie espléndida, aunque reiterativa en sus contenidos. En uno de sus capítulos House dice :-Buscamos la verdad, y cuando la encontramos descubrimos que es una porquería. 
La afirmación de House me hizo saltar de gozo. Me dije :- Está cerca de lo que yo pienso como poeta, quizás de lo que Marisa piense como poeta. 
Para mí la verdad es una seguidilla de contradicciones, mejor, la verdad es un mapa de contradicciones. 
Vuelvo entonces a una instancia ya enunciada : -Somos ciegos de nacimiento. Y reptamos como la Pitón, en el barro inicial. 
Buda es el iluminado del silencio, Cristo, el iluminado de la caridad, nosotros, los aventurados en la cartografía ambigua de lo real. 
Las sanadoras enmascara, entonces, un recordatorio de posibles, un intento de comprender lo real. Es como una representación de aquello en lo cual estamos inmersos teniendo o no conciencia de este suceder. 
En el universo mágico que constituye el soporte ideológico de Las sanadoras, la vida y la muerte se construyen como drama en una región opaca. 
Dijimos "representación" puesto que Las sanadoras tiene la disposición, quiero decir, la estructura de una composición dramática, con personajes obligados a cumplir un destino del que no pueden escapar. 
La atmósfera es opresiva. En ella exhalan sus alientos seres de una marginalidad antigua. 
Berta, que recibe el don de Luisa ; Paulina, hermana de Berta ; Consolación, hija adolescente de Berta ; y el Barquero que junto al Amanecido son los personajes masculinos. Este último como Pepe el Romano en La Casa de Bernarda Alba, sólo una sombra que cumple el destino fugaz de amante semental de Berta y desaparece. También los niños muertos y el cementerio de perros son presencias que flotan en el crepúsculo persistente de los poemas. 
George Steiner pregunta, desde una zona que nada tiene que ver con nacionalismos, fascismos, hoy, que nos exhibimos con una corrección política pos-colonialista mentirosa : ¿ qué teorema ha salido de África?. 
Pero ¿a qué viene esta digresión?. Viene al caso si nos preguntamos sobre la importancia o no del pensamiento puro, y de la cultura en general. 
Cito de nuevo a Steiner, ¿Para qué elaborar y transmitir cultura si ésta hizo tan poco para contener lo inhumano, si en ella están insertas ambigüedades que hasta solicitaron y se sumaron a la barbarie? 
A la respuesta, quizás la encontremos, pienso, en la historia del género humano. 
Pero insistimos de todas maneras. Insistimos. Y es cuando se abren las puertas hacia el pensamiento mágico, hacia el mundo de las empatías, de las analogías, y de la gracia, donde todo tiene que ver con todo 
Y sabemos que hay dones, y percibimos los efluvios y sentimos las corrientes que nos ligan o rechazan. Puesto que lo desconocido nos acecha, al mismo tiempo que nos atrae. 
Con mirada poética Marisa Negri compone un libro de sortilegios. Y con una sintaxis especialmente buscada y sutilmente expuesta, sin enfatizar lo incantatorio, nos mete de cuerpo entero en esa zona desechada por el canon cuituroso : la sabiduría de los sentidos en la visión de lo presentido. 

LEONARDO MARTÍNEZ 
13 de diciembre de 2012 


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