Alzamos la habitación entre postes de
madera
para que participe de la condición del aire
de la sustancia de la tierra, del temblor
del agua
un barco en la creciente
es nuestra casa
es nuestra casa
la mañana quieta cerca de los nidos
y la luz que estalla la risa de los pájaros
el carpintero real
la flor del ceibo
la flor de la boca
Las islas hunden su fuego en el sol
todas las siestas son del río
canoas que ondulan brazada a brazada la
corriente
chatas madereras,
motores que se replican a distancia
Arde el monte
nos refugiamos en la sombra de la casa
hasta que dejan de oírse las chicharras
el aire entre las hojas se aligera
se apagan los colores
y entre las tablas del piso
espiamos el sueño de los peces
Bello e inspirador. ¡Buen año Marisa!
ResponderEliminarhermosísimo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy hermoso!!!!!
Eliminarbello, dónde están?
ResponderEliminarDelta de San Fernando / el paraíso mismo
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